sábado, 21 de abril de 2007

La ambivalencia


21 de abril, del 2007


Hermano:

Todo este tiempo ha sido nada mas que una mera despedida.
Un abrir de ojos luego de esos sueños pesados, aletargados, interminables. Eso que se esconde en un armario enorme, o en una de esas estanterias de la Biblioteca Nacional; un libro reservado, no lo se realmente. Puede que tambien tome forma de mapa pero con el asqueroso orgullo de no mostrarte un solo camino para encontrar esa parte de la geografia, ni un limite, nada. Ni siquiera los polos, o los puntos cardinales.
No te encuentro, hermano. ¿Será que te has negado a simplemente ser? He viajado infinidad de veces hacia mis cuadernos, o mis libros, y ni un signo tuyo tiene especificamente una forma. No se que creer. No se quien te ha tomado por la piel y te ha arrancado el alma. No se quien ha hecho de ti una sombra de sombras. No se quien ha decidido que, guiarte hacia mi, era la forma menos discreta. Puedo creer cualquier cosa en este momento, porque se que no estás. Porque toda la vida se ha convertido en el principio del fin. Porque en todas esas luchas diarias para ir hasta el espejo, no han servido de nada. ¿De que me sirve imaginarte entre los rostros? ¿De que me sirve creer que tienes uno propio? Mas nunca, hermano, pensare que mi tiempo ha sido desperdiciado en esta definitva busqueda. Porque, ya sabes, no es la primera vez que me pregunto sobre tu existencia.
Al fin y al cabo, tu vida no es otra cosa que algo pudiendose imaginar a si misma. Algo que pudo imaginarse como mi vida. Eso es lo que nos hace tan parecidos, hermano. Imaginarnos a ambos, vos a mi; en mi.
Como te dije antes, este es el principio del fin. Y no quedan mas cosas que buscar, o encontrar, verdaderamente no lo se. O si, quizas podria subirme a esos papeles bajo mi colchon y alcanzarte los dedos. Posiblemente eso sea lo mismo que nada. Pero no existe un "mismo" igual a la nada. Es una suerte de insatisfaccion, mi querido hermano.
Ahi estas vos, en un lugar que en mi vida voy a poder conocer. Por eso te escribo todas estas tonteras; ojo, puede que te gusten. Quizas sos tan iluso como yo.
Bueno hermano, esto es todo por el momento. Espero que no sepas de mi por un tiempo.


Ni adios, ni hasta luego... hasta siempre.


Tu hermano.

No hay comentarios.: