domingo, 13 de septiembre de 2009

Ahí estabas cuando corrí la cortina,
casi sospechando que me veías
esas perlas amarillas
que hipnotizan
se fijaron en mi.
Entonces jugué
a tu ritmo
subiéndome a la medianera
y posé sobre tu sombra
que también era mi sombra,
el sol que rebota en tus perlas
me ilumina.
Tu descanso negro en mi ventana,
la sombra de mi sombra, el sol
que te agiganta, tu astucia me limita
y mis ganas felinas no alcanzan.

1 comentario:

Miks dijo...

No puedo entender porque cuandoe empece leyendo lo que escribiste pense en mi gata, el lomo negro, los ojos amarillos y redondos, sentada en la ventana, al sol, brillante... y despues, en el momento final lei lo de la astucia felina y me rei, por dentro, como quien resignifica lo escrito y lo hace de uno. Hablas de mi gata, mas alla de lo que te haya inspirado a escribir.
Basicamente, en mi opinion, eso es hacer arte.
Beso.