La mirada enfoca un objeto. Traza una linea sobre un lienzo en el aire. Elije los colores con precaucion, con cuidado. Entiende de que la calidez de ciertos tonos pueden avivar una imagen, un dibujo, un cuerpo. Si, un cuerpo. Un movimiento ensordecedor, rompiendo esquemas y convenciones auditivas. Una vibracion que derriba paredes sensoriales y no se queda quieta, estatica. Continua el movimiento, pero la mirada lo observa.
Los ojos fuerzan las pupilas entonando el negro, presionando sobre los contornos, sobre los bordes, preparando el tinte para las curvas. Siempre temiendo a la equivocacion, a la catastrofe de estropear el lienzo. Siendo exactos podemos equivocarnos, pero la mirada, los ojos, no nos permiten borrar y empezar nuevamente.
Las lineas rectas dificultan la pasividad en tanto me propongo a aumentar la velocidad en la bajada. Nada me impide el pasaje entre los bordes, pero intento disfrutar el paisaje, el cuerpo, la imagen.
(Publicado en "La Carniceria", nro. 5. Edicion Mayo - Junio del 2007. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Sociales)
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1 comentario:
Eligiendo colores, saboreando el lienzo con los dedos.
La accion antecede o precede al objeto?
Eligiendo colores, uno, dos, tres... pintando el cuerpo con las manos.
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