lunes, 25 de junio de 2007

Nosotros y ellos


En el silencio surge una crónica:
Una desgracia que quiere arrancarnos
los ojos en medio de una sonrisa.
Queremos ser como esos pajaros que
creemos indispensables; que son parte
de ese paisaje en movimiento.
Soñamos con esas alas queriendo quebrarlas
en el viento, surcando un sendero aéreo.
Incontrolables, inigualables formas de cielo
y de barro. Consecuentes al cemento cuando
pierden sus oidos al despertar del tiempo.
En los cables posando sus garras, en los techos
construyendo sus cimientos, en nosotros,
generando el ser como ellos.
A la carga sus picos, elevando sus voces
que eternas serán en los campanarios.
Dejando vestigios de rebeldia en los poemas
quietos; en los cuerpos ecuestres, en los bustos
de bronce.
Todos ellos marchando hacia el fin de ese
murmullo urbano de las plazas.
Pero la libertad tiene un rostro parecido al sol
y los pájaros advierten que yendo hacia él
terminarían consumiendo en cenizas esa
suerte de esperanza en nosotros, en nosotros
queriendo ser ellos.
El atardecer esconde esa libertad tras los edificios,
como
tambien, tras quienes niegan tocar el sol
con las alas, con los dedos, con los ojos.
El fin del silencio, el fin de la crónica:
los pájaros han revivido.

J.B.


(Publicado en "La Carniceria", nro. 5. Edicion Mayo - Junio del 2007. Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Sociales)

Imagen: Joan Miro, "Vuelo de Pajaros"

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