miércoles, 18 de julio de 2007

La ira


No creo que seas tan amable. Al parecer te quedaste con una parte de la historia que vos misma fuiste eliminando, capitulo por capitulo. Eso te quita bondad, amabilidad. El instinto te jugo la peor broma que jamas pudiste entender, y ahora me negás como negás ser tan imprudente. Caminas a los tumbos tirando vasos y botellas, clavandote alfileres en las rodillas y en las muñecas, y cuando te tropezás lo haces con una gracia infalible, hasta puedo pensar en que podría ser romántico ver como eso que crees ser, esa muralla china, se cae ladrillo por ladrillo. Todos mirándote, yo mirándote a vos, y vos siquiera podes percibir si estoy ahí o no. Te dejaste llevar, seamos realistas. Te dejaste llevar por ese pesimismo, ese derrotero de conciencia absurda y libre. Por ese corazón que alguna vez tuviste y que se fue por el caño.
Todos pasamos por lo mismo creyendo que al final ese montón de porquería se iba a tapar con una alfombra de quien sabe donde iba a salir. Supongo que vos tenias preparado todo en tu cabeza: una alfombra infinita.
Pero al fin de cuentas, esta maldición de vivir siendo quien soy, me deja como obsequio la propuesta indecente de pensar, de utilizar cada gramo de neurona en algo que me apasiona tanto como tu existencia. De recrearte en una visual que siempre me fue indiferente hasta hoy. Y lo peor de todo es que tu razón se vuelve mi capricho. No pensar es evitarme. Es evadir una persona que no tiene esa presencia hasta que consigue hilvanar en absolutas representaciones las cosas que le es imposible olvidar. Eso me hace odiarte, odiar tu cobardía, odiar tu desesperación, odiar tus personajes. Pero para esta persona que no evita pensar, la ira o el odio, son insignificantes y vacios cuando te apareces y manejas ese beso despreocupado e improbable, hasta te diria que es acertado, o, quizá, exacto.
En algun momento puede que te detengas y quien sabe si seguirás apareciendo. Realmente no se si a esta altura te importa.

2 comentarios:

Sol dijo...

"tu razón se vuelve mi capricho" y tu insanidad mi perversion.
Fantasioso delirio y carta en un rincon.

Mai dijo...

"Eso me hace odiarte, odiar tu cobardía, odiar tu desesperación, odiar tus personajes."

Una vez me dijeron que a veces las palabras sobran.

Un gusto leerte, como siempre.