martes, 14 de agosto de 2007

Amigo tiempo

Ya no tengo fotos. Me quedé sin cajones o revisteros donde ponerlas.
Esas imagenes viejas son así de rencorosas: uno no las pone donde tienen que ir y ya te persiguen durante toda tu existencia. Pero San Martín es así. Es un laberinto facil. Domingo ruidoso, San Martín. Estabas a cuatro cuadras, estarías a metros, estas a millones de años luz. Por eso las fotos que olvidan no se queman, se guardan bajo llave en un placard llamado yo y que le vamos a hacer, vos sos mas complice de lo que te imaginabas.
Una vez me comentaste, caminando por Almafuerte que yo era, de alguna manera, especial. Claro en ese entonces vos volabas de mano en mano y yo vendría a ser una fuente de acido sulfurico del amor donde vos te derretirias a muerte de manera instantanea. Exagerabas mucho en ese entonces, a vos te pegaban durante el sueño y el despertar; cuando los paños frios se ponian verdes, yo llegaba. De repente ibamos al colegio y yo me hacia el desentendido del mundo, el torpe de piernas, y menos popular poeta desagradable. Vos veias como se me salia la camisa del pantalon, y eso no te parecia diferente. Ahora me acuerdo, estando sentado frente a los papeles y vos me cebaste un mate con un poco de yerba quemada por tus ex amantes. Digamos que si los tenias.
Pero, ¿qué culpa tenes San Martín? ¿Acaso vos elegis la distancia? Me parecias un poco hijo de puta desde un principio, por eso no compartia tu pasar de intoxicacion y madera quemada en las esquinas de 3 de Febrero. Vaya uno a saber por que, las tentaciones divinas (no de Dios, vale alcarar) son las que mas se ven en la caye. Si, en la "caye". "La distancia entre caye y calle es bastante poca", diria un borracho amigo. Asi que por el momento eramos solamente distancia y enemigos por consignacion. A vos no te faltaba nada mas que desconocerme mas de lo que me desconocias, si total el ponia las manos en el fuego por todo, menos por vos. Y te dolio darte cuenta lo inutil que es un pasacalles que decia "Feliz cumpleaños, amor". A vos te significo más que mierda. "Asunto terminado", me dije. Cuando quise darme cuenta estaba en Martinez, otra de las tantas veces. Entregando la ultima foto, derrotado. Feel the warmth beside you... Pero no me hacia caso mas que a mi mismo. Tenia que entregar esa foto, que era la ultima que me quedaba y ella estaba enfrente mio con los brazos abiertos de amistad. Y por esas cuestiones metafisicas de barrio, no tenia como ir hasta alla. La caminata era eterna, el barrio inexacto y temia perderme en el tiempo de viaje. Por eso, una bicicleta hizo lo suyo y me depositó debajo de ese pasacalles asqueroso una vez mas. Ahora no existe mas, por esas razones desconocidas, se fue quitando solo con el pasar de los años. Todavia me siguen asombrando los movimientos de San Martín. Pero en fin, era solo una simple foto, una manera de que me recuerdes en otro lado que no sea este maldito barrio. Y te la di, asi, en la mano, con el mismo miedo que tenia cuando te di ese beso, con un par de morisquetas agradables. Yo se que te gustaban, o que por lo menos te relajaba verme feliz. Mi balcon pregunta por vos. Y yo tambien, muy de vez en cuando. Evito saber que caminas por mi vereda en tus partidas a Ingles. O que mis amigos te ven en los colectivos, encerrada entre fantasmas. Y que la gente te mira como extraviada en los ojos. Raro que no haya pensado en tus ojos.
Las cosas en ese momento fueron asi. Las olvidas por que queres o porque te conviene no sufrir, o porque realmente no se genera esa gana de no te quiero ver mas, pero te suplico, dame otro beso mas antes de que tenga que recordarte en un futuro muy lejano. El beso lo dimos, desgraciadamente.
"Tomá, esto es tuyo", te murmuré casi riendome. Y vos supiste como tomarme de la mano para sacarme el sobre. Con una maestria casi rudimentaria y barroca, pero siempre siendo vos, lo que me volvia mas idiota. Donde empezamos es donde terminamos. El sobre alcanzo tu mano, y mis parpados alcanzaron a cerrarse mientras vos te acercabas. Que se yo, siempre fue cursi el momento de la despedida. Inutilmente pienso en que pudo ser mas serio o fresco. El sobre ya era tuyo, y tu abrazo mio, nada fue nuestro, todo dio pasos de formas individuales. "Por favor, a paso de hombre", me repetias. Pero desgraciadamente el hombre es el unico animal que tropieza una tercera vez sin saber que delante de su pie se encontraba la piedra. No estabas al tanto de que era asi, o no... my naive beauty? Te enteraste cuando me despache de tu sentido del humor y te arrojé una jauria de insultos y te borre de mi vista y tantas otras cosas mas, blah, blah, blah.
San Martín, facil laberinto, ¿cuanta gente puede contar lo que vos viviste? ¿cuanta gente puede ver lo que vos viste? Al final la foto era la traicion, yo sin tu trasfondo, sin tu papel tapiz de sabado a la noche, ni de lunes suicida.
Ahora te acercaste la ultima vez, como si tu caida fuese un ultraje. Te acercaste pidiendo permiso casi callada, educada y lastimosa, pero eras lo que yo espreaba ver: otra vez la misma foto. Ya no pienso en tu vejez, ni en los cambios de clima que se rematan tu salud. Para mi seguis siendo la misma de siempre.

3 comentarios:

Sol dijo...

Te marcaron con tinta invisible, ven escrito el nombre con luz azul, pero ya no se rien, ya no o lamentan. Solo aceptan las distancias entre Caye y calle...

Julian dijo...

Mozz tenia un tema que al considerarte como el escritor en el que te convertiste se me vino a la cabeza: "Reader meet Author"... Yo, com ex-escritor frustrado (siendo el "ex" aplicable solo a la parte de escritor y no a la de frustrado) en este momento escucho "we hate it when our friends become successful"...
Rara forma de hacer un cumplido, no?

J dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.